Zinnia: Flor ornamental que a las mariposas les gusta comer.
La zinnia es una flor interesante para animar el jardín. Existen varias variedades de esta flor, hay más de veinte de ellas y se diferencian tanto por el tamaño del tallo (que puede ser bajo o alto en el caso de la zinnia gigante) como por el color de los pétalos, que van del naranja al rojo, lila y blanco cremoso, con cultivares también bicolores que son particularmente ornamentales. Las hojas, por el contrario, son lanceoladas y de un verde intenso. Como flor, es decididamente simple de cultivar, siendo una planta muy rústica, de la familia de las asteráceas. Según la variedad, puede ser una planta anual o perenne.
El clima y la irrigación. A esta flor le encanta el calor y las zonas soleadas, con buena ventilación, mientras que teme el frío. La necesidad de agua se reduce y debe evitarse el estancamiento del agua, portadora de enfermedades fúngicas; es una planta que debe regarse sólo cuando el suelo es particularmente árido. Crece bien en suelos ricos en humus y sustancias orgánicas, no ácidos.
Sembrar. La zinnia puede ser sembrada en semilleros en marzo y transplantada al mes siguiente. La distancia entre las plántulas depende de las variedades: la zinnia enana quiere un espacio de 20 cm entre las plantas, para la zinnia gigante se puede duplicar el tamaño. Conocer el tamaño de la planta es útil para minimizar los espacios vacíos, formando parterres más bonitos.
Floración. Las coloridas flores de la zinnia comienzan a aparecer en junio y luego se mantienen hasta la llegada del propio otoño. Las flores de zinnia no tienen ningún olor.
Cultivo . Es una flor que requiere poco: unas pocas malas hierbas y un riego raro son suficientes para el desarrollo de la zinnia. Se puede podar para favorecer la floración conteniendo las hojas y eliminando las flores marchitas.
Porque en el jardín. La zinnia es una flor muy cómoda de cultivar porque no es exigente y rústica. Sus colores la hacen excelente como planta ornamental, tanto en los parterres de jardín como en las macetas del balcón. En el jardín, además de la función estética de animar con sus colores y crear una atmósfera de naturaleza floreciente, es excelente porque atrae a los insectos polinizadores. A las mariposas también les gusta mucho esta flor, y no tardarán en llegar si la plantas.