Acolchado de invierno: mantener las plantas calientes

El acolchado es extraordinariamente útil en el huerto: ahorra mucho trabajo y mantiene los parterres de flores ordenados, sin que las hierbas silvestres invadan todos los espacios y asfixien a los jóvenes vegetales. La técnica consiste en cubrir la tierra alrededor de las plantas, lo que puede hacerse con materiales naturales (por ejemplo, paja u hojas secas) o con telas especiales. Puede profundizar en el tema leyendo el artículo dedicado al mantillo.

De lo que vamos a hablar ahora es del uso de este tipo de cubierta para proteger las plantas del frío. De hecho, el control de las malas hierbas no es la única ventaja que se obtiene con el mantillo, también se puede hacer para mantener las raíces calientes, protegiendo las plantas de la helada de invierno.

Cuando se cubre el suelo al pie de la planta el efecto es el de una manta, que puede actuar como un escudo contra la escarcha. El tipo de material que se utiliza puede ser más o menos eficaz en la reparación.

Por qué se repara el mantillo

La materia orgánica tiende a calentarse más, especialmente el abono: cuando se activan los procesos de descomposición, se genera calor. Sin embargo, debemos tener cuidado de no exagerar, tanto porque demasiado calor localizado puede dañar la planta como porque un abono demasiado fresco y húmedo puede llevar a la putrefacción y a las enfermedades. Lo mismo se aplica a las astillas de madera y a la siega de la hierba. La paja, la corteza y las hojas se calientan menos pero son cubiertas más seguras.

El mantillo orgánico contra el frío es especialmente útil para algunas plantas perennes que permanecen en el suelo durante los meses de invierno, como el ruibarbo y las plantas perennes aromáticas (tomillo, salvia, romero,…). Además de las plantas de jardín, también puedes cubrir con mantillo los setos y los árboles frutales.

La tela de mantillo, ya sea de plástico o biodegradable, se calienta mucho menos, incluso si se elige en negro, captura los rayos del sol y esto puede producir calor. El efecto puede verse especialmente en primavera, cuando es útil para acelerar la cosecha. En cambio, en verano hay que tener cuidado de que el negro no cause sobrecalentamiento cuando hay mucho sol.

Para calentar también se puede cubrir con tela no tejida, que respira y deja pasar la luz, en este caso también se puede optar por cubrir toda la planta y no sólo el suelo.

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