Cómo podar la higuera
La higuera es una de las plantas frutales más frecuentes que se encuentran en estado silvestre debido a su gran adaptabilidad al clima mediterráneo, a la sequía y a los suelos pobres, y por esta razón a menudo vemos ejemplares aislados que se dejan libres para desarrollarse de forma completamente natural.
Esto no es malo en sí mismo, pero si la higuera se cultiva especialmente en el jardín o en el huerto con el fin de obtener una producción satisfactoria, es necesaria una cierta poda, incluso en la gestión orgánica. Así que veamos cómo y cuándo podar esta especie con sus dulces y sabrosos frutos tanto en el cultivo profesional como en el privado.
Los propósitos de la poda de la higuera son esencialmente tres, que enumeramos a continuación.
- Dimensiones. Mantener la planta a una cierta altura, para que pueda ser cosechada desde el suelo, sin necesidad de una escalera.
- Productividad . Una producción equilibrada y constante.
- Seguridad . La madera de higuera no es tan fuerte como la de otros árboles y con vientos fuertes puede caerse y causar daños, sobre todo si se encuentra cerca de una carretera o cerca de la casa, por lo que en algunos casos se interviene cortando las ramas que están especialmente en peligro.
Las principales intervenciones de poda que se realizan para la higuera, como para muchas otras plantas del huerto, son de dos tipos: la poda de cría, que tiene por objeto fijar la forma de la planta en sus primeros años, y la poda de producción, que son las intervenciones periódicas que se realizan a lo largo de la vida útil del árbol.
Grupo de cría
La poda de cría, les recordamos, es la que se realiza en los primeros años después de plantar la planta y tiene como objetivo dirigirla hacia la forma deseada. En el caso de la higuera, las plantas se dejan crecer bastante libres pero siempre con algún criterio. Normalmente mantenemos las higueras en una maceta o arbusto globular.
Vaso – globo
En el higo criado en maceta globosa se observa un tallo bastante bajo con las ramas principales, que se abren más o menos equidistantes, en una situación similar a la de las otras especies de frutas. El interior del follaje en este caso está bien iluminado y la planta se expande principalmente en sentido horizontal. Cuando se hace la plantación, el tallo de la higuera se remata a unos 50 cm, de manera que se estimule la emisión de los brotes, entre los que se elegirán las futuras 3 o 4 ramas.
Bush
La higuera también puede ser levantada como un arbusto. En este caso, en la primavera siguiente a la plantación, que suele ser a través de un corte enraizado provisto de 3 ramas, estas últimas se acortan a unos 30 cm, con el fin de que todas se ramifiquen. En la primavera del año siguiente, será necesario podar todos estos nuevos brotes a un tercio de su longitud, y esto permitirá una reforestación vegetativa y nuevas ramificaciones del arbusto. También en el año siguiente, estos recortes se harán en las ramas de la higuera, mientras que los chupones nacidos en el ínterin de la base serán eliminados con cortes de pasto.
Poder de producción
La higuera es una especie que no requiere una poda enérgica. Lo importante, al acercarse a una planta para ser podada, es observarla externamente en su totalidad y comenzar a evaluar si y dónde intervenir, porque en algunos años se puede limitar a la eliminación de ramas secas y enfermas, mientras que en otros es útil eliminar incluso algunas ramas que están demasiado en competencia con otras.
En principio, el mejor corte para el higo es el corte de retorno, con el que se corta una rama justo encima de una rama lateral, desviando así el crecimiento hacia la lateral, que es más joven.
Los objetivos que se persiguen con los recortes son:
- La renovación de las formaciones fructíferas . En este sentido siempre es aconsejable retirar las pequeñas ramas fructíferas insertadas directamente en las ramas grandes y en las partes internas del follaje.
- Aireando el follaje , cortando y eligiendo entre varias ramas cercanas entre sí y tendiendo a cruzarse.
- Quita las ventosas, los chupones y las ramas muy asurgentes . Las ramas verticales no contribuyen a la producción, porque tienen mucho vigor vegetativo: en su interior la savia fluye mucho más rápido que las ramas curvas y horizontales, que son las que mejor se adaptan a la fructificación. Los pollos que crecen en la base y los chupones que nacen de una rama son muy fuertes y le quitan el alimento a las otras partes de la planta. Sin embargo, cuando se necesita reemplazar una rama vieja o una que se ha roto con el viento, se puede elegir una ventosa para este propósito.
Útiles herramientas de poda
Algunos consejos útiles, para seguir podando la higuera y otras plantas del huerto.
- Haga siempre cortes en los pastos y evite cortar las ramas dejando largos tocones: en los tocones puede haber brotes que luego germinan con una reforestación vegetativa no deseada.
- Evite recortar, prefiriendo siempre cortar ramas enteras, eligiendo cuidadosamente cuáles quitar y cuáles dejar.
- Los cortes deben estar limpios y no desfibrados para no dañar la rama, y deben estar inclinados para evitar el estancamiento de agua sobre el corte.
- Los instrumentos de poda, desde las simples tijeras de podar para cortar ramas finas, hasta las sierras de arco y las cortadoras, deben ser de buena calidad y estar bien mantenidos, afilados y limpios, posiblemente desinfectados con cierta regularidad.
La madera de higo no tiene gran valor como leña, porque es blanda y genera pocas calorías en cuanto a su combustión, y además en algunos casos quemarla en la chimenea genera mucho humo. Alternativamente, puede ser biotriturado y luego poner todo este material triturado en el compost.
Cuándo podar el higo
La época ideal para la poda de invierno de la higuera es el final del invierno , después de las heladas, pero también en otras épocas del año es útil intervenir con algunas operaciones.
Por ejemplo, si se quieren quitar las ventosas con el fin de reutilizarlas para hacer esquejes, la mejor época es septiembre-octubre, y dada la alta actitud de succión del higo, hacer esquejes es una gran manera de propagarlo rápidamente. En verano se puede hacer el «chequeo», es decir, la eliminación de los brotes superfluos en competencia con los que se van a dejar crecer.